Mais uma voz pela Catalunha - Artigo de Opinião

Contra los toros, no
POR JOSE MARIA PICALLO, abogado y aficionado taurino
In DIARIO DE PONTEVEDRA

Contra España, si. A estos separatistas del Parlamento regional catalán que han prohibido la celebración de las corridas de toros en su aldea, los toros, ese bellísimo animal que desaparecerá de las dehesas españolas como esto siga así, les importan un pimiento. A los “ecolojetas” catalanes, apoyados por el PSOE y abanderados y capitaneados por un emigrante argentino estabulado con papeles en la ciudad condal y que, al parecer, solo come verdura y vive del cuento, la vida, el sufrimiento y la muerte del toro bravo en la plaza se la refanfinfla. Ellos trincan la subvención que les da Rovira, el amigo de la ETA, y a vivir que son dos días. Han jugado el papel que les dio el independentismo catalán con el dinero de toda España, como acostumbran y tan contentos. El objetivo es España, no los toros. Claro, que enfrente no tienen a nadie. Este es un país absolutamente aborregado al que cuatro iluminados de aldea le prohíben y le quitan sus tradiciones milenarias y siguen, indiferentes, en el pasto, mientras lo haya. De rumiar al aprisco y del redil a la hierba. Y así todos los días, tan felices. Decían que Cagancho, el genial diestro trianero y gitano y el gran Rafael El Gallo fueron toreros muy medrosos. Tenían mucho miedo, si, pero dentro de aquellas almas el genio les salía a borbotones. Pues bien, el lógico y racional miedo de Joaquín y Rafael, o el de Curro y Paula, no es nada comparado con el acollonamiento, la cobardía, el pavor y el espanto que el estamento de la tauromaquia en España ha demostrado con esta efectiva prohibición de la Fiesta de los toros, en la región catalana, que estaba ya anunciada. Empresarios, ganaderos, toreros, apoderados y demás familia taurina se han portado mil veces peor que el genial y formidable Cagancho en la plaza de toros de Almagro. Diego Puerta, el valiente torero sevillano, con más de 50 cornadas en la chepa, se bastaría, él solo, para hacerle frente a todos estos saltimbanquis independentistas que no quieren saber nada de España mientras la ordeñan a cuatro manos. Empresarios egoístas y solamente preocupados por ganar todo el dinero posible en el menor tiempo y a los que les importa tres cojones, con perdón de mi santa madre, la continuidad y el futuro de la fiesta más genuinamente española de la que viven muy bien; ganaderos de ocasión a los que le asoma el dinero, el ladrillo y el cemento por la patilla y que no distinguen un toro de una vaca morucha; presuntas figuras del toreo, que no saben hacer el paseíllo y dar una simple y sencilla vuelta al ruedo y que torean por plazas de quinta categoría para joderle dos mil euros al torero del pueblo y apoderados que no tienen más horizonte que su nariz, son los que han propiciado este desaguisado que todo el mundo veía venir desde hace más de treinta años. Pero, claro, ellos seguían ordeñando la vaca. Los políticos catalanes han aprovechado la oportunidad. Ellos, no han engañado a nadie. Han aprovechado la desidia, la pereza y la holgazanería de todo el estamento taurino para meterle la puntilla a los toros en la región catalana y separarse así un poco más de España. Ya han abierto brecha. El resto vendrá solo. La Fiesta se la están cargando los que viven de ella, y ahora se llevan las manos a la cabeza ¿De que se quejan los señores empresarios? Que no han dicho, ni dicen esta boca es mía. Y ahora las presuntas figuras del toreo que son, más bien, figuras del Belén, “Esteban”, claro, le han pedido una entrevista a Zapatero. Que valientes.