Ribeiro rompe con Empis, pero... ¿mandará también a paseo al doctor?

El cavaleiro Vítor Ribeiro ha mandado a paseo a su apoderado, Carlos Empis. Han roto.

No era para menos. En realidad ya debía haberle despedido con viento fresco cuando claudicó del modo tan vergonzante ante la empresa de la Margem Sul, cuando las famosas presiones del fenómeno Ventura, su corte celestial y un ave de rapiña que por medio anduvo agitando a unos y otros...

Empis no estuvo donde tenía que estar y... ahora se queda sin un cavaleiro valioso, de los muy pocos que torean como mandan los cánones de la escuela portuguesa.

Queda ahora por saber cómo de amueblada queda la cabeza de Ribeiro para iniciar una nueva etapa -que falta le hace- y saber si es capaz de poner su carrera en manos solventes y no en las de cualquier triquillón que por la puerta aparezca.

Ribeiro, que también claudicó en la triste historia de su "caída" de cartel a la que antes nos referíamos, distorsionó entonces -con su absurda y miedosa actitud- hasta una relación amistoso-familiar que de tanto apoyo le había servido siempre.

Si ha decidido ahora emprender una nueva etapa, bien hará no solo con despedir a su hasta ahora apoderado, sino también la compañía del famoso doctor que tanto le calentó la cabeza en momentos, como el de Moita, en donde había que vestirse por los pantalones...

Ojalá recupere el rumbo el que es un buen torero. Pero para que esto sea así en las plazas, antes hay que amueblar debidamente la casa...

EUGÉNIO EIROA