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    EL MUNDO DEL TORO, LA FIESTA, HA DESPERTARDO EL INTERÉS ENTRE EL PÚBLICO NORTEAMERICANO

    ALGECIRAS /NEW YORK .- (En Europa SUR). La Fiesta de los toros y sus protagonistas, los toreros, siguen teniendo un gran interés en EEUU. Algo que despertó el gran escritor norteamericano Ernest Hemingway cuando vino a España y conoció la fiesta de los toros. La amistad con toreros, como su admirado y adorado Antonio Ordóñez, sirvió para conocer intensamente el ambiente taurino, algo que reflejó en su literatura.
    El mundo del toro está de moda en la Gran Manzana. Este lunes en el teatro Angélica Film Center de New York se estrenará el documental "Matador", el primer largometraje americano que entra en el país de los rascacielos para mostrar el espectáculo de la corridas de toros a través de la vida del torero David Fandila El Fandi.
    Mientras que la pasada semana Francisco Rivera y su hermano Cayetano fueron protagonistas del reportaje Blood Brothers (Hermanos de sangre) ofrecida en el espacio de 60 minutos, uno de los programas más exitosos y rentables en Estados Unidos de la cadena CBS. El espacio, presentado por Bob Simon, es espejo de las dos caras de la Fiesta: la gloria y la tragedia. El pasado domingo a las siete de la tarde, diecisiete millones de espectadores vieron en sus televisores el documental de los hermanos Rivera Ordóñez.
    Es bueno que los toros se promocionen a nivel internacional y especialmente en los Estados Unidos, donde existe actualmente un creciente interés por la Fiesta. La película documental El Fandi, el matador , refleja, según explica su director, el estadounidense Stephen Higgins, el sacrificio que supone intentar ser el mejor en lo que haces. "Aunque no te gusten los toros, la película refleja el sacrificio que ha hay que hacer para convertirse en un buen torero, por alcanzar su sueño, algo que gustará a toda la gente", aseguró el director.
    En el documental El Fandi no habla de su vida delante de una cámara, sino que la obra muestra la vida del torero del modo más natural posible, sus triunfos y sus fracasos. Higgins dejó claro que ésta es la única forma de que el público disfrute un buen rato con el torero. "Muchos documentales se limitan a mostrar imágenes narradas por un locutor pero sin que se consiga que se transmita nada. Mostramos cosas en vez de contarlas", apunta Higgins.
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