En las últimas semanas, la tarea atañe no solo al egocéntrico y estrafalario editor-director del panfleto, sino a sus íntimos colaboradores que ahora tienen doble trabajo : además de la habitual norma de reverenciar y adorar permanentemente al cavaleiro que tanto les pone, tienen ahora también el cometido de arremeter, provocar e insultar a este Rui Bento al que han convertido en pieza de cacería. Para el trabajo vale todo, manipular, mentir, retorcer la verdad, falsear... lo que sea con tal de fabricar una imagen distinta de la realidad y socavar así el prestigio bien ganado en el orbe taurino por quien podrá tener todos los defectos que ustedes quieran, pero por encima de todo resulta ser un buen taurino y una mejor persona.
Curiosamente, casi toda la gentuza que anida enfrente, en esa covacha de inmundicia de los jueves, ni son buenos taurinos, ni son buenas personas... Son lo que son : mercenarios; detestables mercenarios.
EUGENIO EIROA