EDITORIAL : el tiempo de los señores feudales ya pasó
Leído nos jornais :
O cavaleiro João Moura anuncia a decisão de, por falta de diálogo entre os seus apoderados e o gerente do Campo Pequeno, Rui Bento, não pisará este ano a arena de Lisboa. Nem ele, nem os filhos e o sobrinho. “Não tenciono arrumar as botas tão cedo, os meus filhos e o meu sobrinho são muito novos e o Campo Pequeno não sai do sítio”, ironiza o Maestro Moura, lembrando que se esteve seis anos sem tourear no Campo Pequeno (o período de tempo em que a praça esteve em obras), pode estar “mais um, sem qualquer problema”... (In "Farpas")
Encima, prepotente. Moura decide por el, sus hijos y su sobrino. Todo un clan.
¡Pobre Lisboa, qué triste se va a quedar sin ver el show Moura en el 2009!. ¡Como si no se hubiese hartado ya el público de Campo Pequeno de tener que ver tantas veces al señor Moura y sus parientes!. No hay más toreros que los Moura. ¡Vaya por Dios!. Sin Moura se acaba la Fiesta.
Lo que debería plantearse Joao Moura, después de esta su actitud provocadora, desafiante y fuera de tono y lugar, es si no está ya demasiado visto. Ese es su problema.
Semi-retirado de España, limón que ya poco más puede exprimir, parece pretender sacar el jugo de sus diez de últimas en Portugal. Y está en su derecho.
Pero Campo Pequeno y quienes lo dirigen -acertadamente, por cierto- están también en su derecho de no tirar la casa por la ventana y seguir defendiendo lo que es y representa la primera plaza portuguesa, buscando el equilibrio entre lo atractivo y lo rentable. Y lo rentable, ahora mismo, tal y como está la Tauromaquia portuguesa, pasa por no perder dinero.
Haya respeto y déjese Moura de bravuconadas que a parte alguna conducen. No empañe ahora, al final, su brillante carrera.
El tiempo de los señores feudales ya pasó.
O cavaleiro João Moura anuncia a decisão de, por falta de diálogo entre os seus apoderados e o gerente do Campo Pequeno, Rui Bento, não pisará este ano a arena de Lisboa. Nem ele, nem os filhos e o sobrinho. “Não tenciono arrumar as botas tão cedo, os meus filhos e o meu sobrinho são muito novos e o Campo Pequeno não sai do sítio”, ironiza o Maestro Moura, lembrando que se esteve seis anos sem tourear no Campo Pequeno (o período de tempo em que a praça esteve em obras), pode estar “mais um, sem qualquer problema”... (In "Farpas")
Encima, prepotente. Moura decide por el, sus hijos y su sobrino. Todo un clan.
¡Pobre Lisboa, qué triste se va a quedar sin ver el show Moura en el 2009!. ¡Como si no se hubiese hartado ya el público de Campo Pequeno de tener que ver tantas veces al señor Moura y sus parientes!. No hay más toreros que los Moura. ¡Vaya por Dios!. Sin Moura se acaba la Fiesta.
Lo que debería plantearse Joao Moura, después de esta su actitud provocadora, desafiante y fuera de tono y lugar, es si no está ya demasiado visto. Ese es su problema.
Semi-retirado de España, limón que ya poco más puede exprimir, parece pretender sacar el jugo de sus diez de últimas en Portugal. Y está en su derecho.
Pero Campo Pequeno y quienes lo dirigen -acertadamente, por cierto- están también en su derecho de no tirar la casa por la ventana y seguir defendiendo lo que es y representa la primera plaza portuguesa, buscando el equilibrio entre lo atractivo y lo rentable. Y lo rentable, ahora mismo, tal y como está la Tauromaquia portuguesa, pasa por no perder dinero.
Haya respeto y déjese Moura de bravuconadas que a parte alguna conducen. No empañe ahora, al final, su brillante carrera.
El tiempo de los señores feudales ya pasó.
EUGENIO EIROA
Sobre NATURALES
