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    Rei de Espanha: "A Tauromaquia é um Património valorizado por milhões de espanhóis"


    O Rei de Espanha, D. Filipe VI, presidiu à entrega dos prémios Taurinos e Universitários que decorreu na Real Maestranza em Sevilha.

    A sua presença neste acto, bem como o seu discurso, representam um total gesto de respeito e compreensão para com uma das culturas mais antigas, tradicionais e ricas de Espanha.

    Os prémios taurinos concedidos correspondem à Feira de Abril de 2019, e que recaíram sobre os seguintes protagonistas:

    • Pablo Aguado, diestro triunfador e melhor faena da Feira.
    • José María Manzanares, melhor estocada da Feira.
    • Diego Ventura, melhor actuação de Rejoneador.
    • Morante de la Puebla, melhor actuação de capote de matador.
    • Curro Javier, melhor actuação de subalterno de brega.
    • Iván García,melhor actuação de subalterno em bandarilhas.
    • Juan Antonio Carbonell, melhor actuação de picador.
    • Ganadería Fuente Ymbro, melhor corrida de toiros completa.
    • “Aperador” de la ganaderia de Santiago Domeq, melhor toiro da Feira.

    Outras distinções:
    • Jaime González-Écija, Prémio "Traje de Luces".
    • Uceda Vargas, Prémio "Capote de Passeio".
    • Solal Marcel Calmet “Solalito”, Prémio "Capote de Brega".
    • Alberto García Reyes, Prémio "Pregonero Taurino".
    • Rafael Peralta, Prémio "Júri Taurino pela primeira vez".

    Fotografia: CasaRealEspanhola


    Discurso do Rei na íntegra:

    «Gracias Presidente por sus palabras afectuosas de bienvenida. Al Tte. de H. Mayor de la Maestranza y al Rector de la Universidad también les agradezco mucho las suyas. Y a todos, gracias por el afecto y el cariño con los que nuevamente me han recibido.

    Como esta mañana he dicho en la Junta General de la Maestranza, me alegra especialmente volver a compartir con todos hoy esta ceremonia, que es tan querida como relevante para Sevilla y para Andalucía.
    En junio de 2015 os acompañé la última vez y este año nos convoca, además y de manera especial, el 350 aniversario de esta institución verdaderamente emblemática que nos acoge: la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Y lo es por su larga historia, por su trayectoria y capacidad de adaptación, así como por su compromiso con los principios y valores que la han venido definiendo a lo largo de los siglos.
    Efectivamente, como otras corporaciones hermanas del resto de España, es una institución singular que pone de relieve la honda raigambre de su historia y tradiciones. Constituida en 1670 y heredera incluso de instituciones mucho más antiguas, se desenvolvió como una corporación de base esencialmente nobiliaria que supo, sobre todo a partir del siglo XX, adaptarse a los tiempos siendo fiel a los valores de lealtad, esfuerzo e integridad.
    En 1964 instituyó los Premios Taurinos y solo un año después los premios Universitarios. Y, sin duda, hacer entrega de estos reconocimientos es para mí un gran honor y me resulta especialmente grato, como tuve ocasión de comprobar ya en 2005 y en 2015.
    Sobre todo, es un acontecimiento grato porque, además de traerme a Sevilla y a esta Corporación tan señera, me permite vivir algo enormemente estimulante, como es conocer a las personas distinguidas con estos premios, que reflejan y representan muy bien el esfuerzo personal en el ámbito de la formación universitaria y en el campo de la fiesta taurina. Enhorabuena a todos los premiados.
    Se trata de unos galardones creados hace más de medio siglo, y esto ya indica el inmenso capital de talento y esfuerzo universitario y taurino que la Real Maestranza de Caballería ha dado a conocer y ha apoyado en beneficio de la educación y de la tauromaquia. Ambos premios distinguen la excelencia y esto en sí es valioso, pero además contribuyen a dar cohesión a la sociedad, en este caso a la sociedad andaluza y sevillana.
    Otorgar premios universitarios a los estudiantes que mejores expedientes han conseguido en las Universidades de Sevilla, a lo que se añade, desde 2015, la concesión de becas postdoctorales de investigación, es una de las importantes contribuciones de la Real Maestranza a la mejora de la sociedad en que vivimos porque la educación es uno de los principales instrumentos para asegurar el principio constitucional de igualdad, el derecho a la educación y para reforzar con ello uno de los pilares del Estado social y democrático de Derecho.
    Nunca se resaltará suficientemente la importancia de contar con los mayores índices de educación y de éxito escolar para cualquier sociedad. Gracias a la enseñanza, los ciudadanos pueden adquirir bienestar, valores cívicos y una visión del mundo más rica e integradora.
    Y, a su vez, la sociedad se beneficia en su conjunto porque, con la extensión de la enseñanza y de la formación, una nación se hace más competitiva en lo económico y en lo tecnológico, más capaz de superar dificultades y más respetada y admirada en el mundo; y todo ello, muy seguramente, le permite ganar una mayor confianza en sí misma y en sus instituciones.
    Los Premios Taurinos abordan todas las modalidades de la tauromaquia como expresión de un patrimonio inmaterial que es valorado por millones de españoles, y son un verdadero referente para sus profesionales y para todos los aficionados. Felicito a los premiados que ven así reconocidos el esfuerzo de su trabajo, su valor y la excelencia de su arte.
    La labor de mecenazgo de la Real Maestranza de Caballería no solo se manifiesta con estos premios, sino que se proyecta vigorosamente en los ámbitos de la solidaridad y de la cultura en general. Respecto al primero, quiero destacar las innumerables ayudas sociales que aporta esta institución, como las cocinas económicas de Triana; y en el contexto cultural, subrayo también acciones concretas de restauración de monumentos sevillanos, en colaboración con otras entidades; como, por ejemplo, la Plaza de Toros del histórico barrio del Baratillo. Una labor que ayuda sin duda a mantener y acrecentar los bienes culturales que integran el Patrimonio Histórico español.
    La convergencia de lo público y lo privado en la protección de los bienes culturales constituye una de las características de nuestro tiempo y ahí también se inscribe la labor de la Real Maestranza de Caballería que hoy deseo resaltar.
    Felicidades de nuevo a todos los premiados y a esta Real Maestranza de Caballería; una institución a la que reconocemos todos su extraordinaria labor, desarrollada durante tres siglos y medio, y a la que todos deseamos, la Corona a la cabeza, un futuro prometedor al servicio de toda nuestra sociedad.
    Muchas gracias».