Tal es el caso del juicio que a este Lorca le merece el cavaleiro portugués Rui Fernandes. Escribe sobre el torero lusitano esto que sigue en la crónica de la corrida de rejones de Málaga : "Rui Fernandes cortó una oreja en el cuarto, y lo hizo porque puso de su parte un afán desmedido y mató rápida y eficazmente de un rejón en lo alto. De todos modos, a Fernandes le cuesta un mundo conectar con el público. Es un rejoneador desgarbado, con un concepto de la calidad alejado del exigente nivel actual y que abusa de las carreras y de las pasadas en falso. A pesar de ello, salió airoso de la lidia a su primero, un bisonte de 660 kilos, de pesados movimientos y trotes cochineros, con el que no pudo alcanzar la brillantez requerida. Mejoró sensiblemente con el cuarto, y destacó especialmente en el tercio de banderillas con dos pares al quiebro que levantaron los alicaídos ánimos..."
Menuda frasecita y menudo juicio que hace de Fernandes : "Es un rejoneador desgarbado, con un concepto de la calidad alejado del exigente nivel actual y que abusa de las carreras y de las pasadas en falso".
Pero... ¿qué sabrá este sujeto de cual es el exigente nivel actual en el toreo a caballo...?. Y más en España, donde se exige poco o nada en el toreo a caballo, salvo los números circenses...
Este pobre hombre que escribe semejantes crónicas en El País, ni sabe quien es Rui Fernandes, ni lo que ya ha demostrado en muchas plazas -sin siquiera ser una grandísima figura, pero sí un buen torero a caballo...- ni la calidad más que suficiente que atesora para actuar en cualquier plaza española de Primera. La frase que aquí resaltamos, escrita por este indivíduo, de por sí, le descalifica... No faltará quien piense que el Lorca en cuestión merecería ir a cursillos, al lugar ese de Sintra donde el Alvarengas pasa los fines de semana y que -precisamente- le diese clases de toreo a caballo ese otro gran iluminado...
La desgracia de la Tauromaquia, también es, tener ejerciendo la crítica a ciertos escribas que ¡válganos Dios!.