Editorial de Burladero.com : La "relación real" de TVE con(tra) los toros

NATURALES
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Roza ya el escarnio esa generalizada habilidad de los cargos públicos para contestar las diez y cuarto cuando se pregunta el nombre. Debe ser materia de examen en la selectividad de la política porque las actitudes de unos y otros parecen calcos. El peligro de tanta esterilización del discurso y tanto argumento plano es conseguir el efecto contrario, sonar a vacile y crispar todavía más.

La "relación real" de Televisión Española con el mundo de los toros que explicó hace unos dias el director de la 'casa' se traduce, tirando de diccionario político/castellano, castellano/político, como la no retransmisión de un solo festejo en todo el año y la patada en el culo al toreo en forma de novedosa y cobarde apología del antitaurinismo con la envoltura inocente del dibujo animado que trajinan ahora los discípulos talibanes de Disney, que no solo humanizan al animal sino que ahora también demonizan al ser humano.

Pero la cosa es venderlo todo como triunfo, como acierto, como consenso. También el haber dejado el camino libre a esas privadas que dice Santiago González para que se hagan con la exclusividad de las grandes citas de la temporada que otrora eran de interés general y máxima difusión. Y encima invertir la culpa y cargar el muerto a esas privadas por "copar esos grandes acontecimientos susceptibles de interés para TVE" (esos mismos acontecimientos que en su día TVE despreció), hilando con el argumento que esgrimía el antecesor de González, Luis Fernández.

Lástima que la mitad del compromiso de esas figuras del toreo que este año se la jugarán en ese Madrid, esa Sevilla o ese Bilbao, no llegue a Prado del Rey ni a Génova, ni a Ferraz ni tampoco a La Moncloa. Si hace algún tiempo fue negar al toreo como parte de la cultura española, luego vino la ausencia de retransmisiones, después la liga inglesa, el tenis o la pesca submarina que se cargaba Tendido Cero, sábado si, sábado no y ahora el perro Vipo. Quítense la careta de una vez que les debe haber hecho callo. Digan, que quizá los toros no sean convenientes, que no interesa azuzar todavía más la bestia ‘animalista' (bastante más feroz que la taurina que apenas se queja) o que no hay dinero (ese mismo que en generosa suma se levantaron la Bordiú y la Obregón en Mira quien Baila, por ejemplo, o esa que ahora desprecian con el veto a la publicidad mientras la deuda 'de todos' crece y crece). Pero digan, porque lo del horario infantil protegido ya no lo cree nadie.

Sabido es que la razón para los políticos la suele tener el que más chilla, el que más vota o aquel que tiene más capacidad de influencia. Aunque de puertas para fuera impera el modelo Pilatos, que los votos están muy caros. Hace meses hicimos la prueba remitiendo un escrito a Presidencia del Gobierno preguntando al ejecutivo su postura ante la avalancha ecologista y abolicionista que se ciñe sobre la Fiesta de los toros. A diferencia de la respuesta del gobierno de Sarkozy, el equipo de ZP se despachaba así: "Desde el respeto que merecen todas las opiniones a favor o en contra, la celebración de las corridas de toros es un asunto socialmente complejo, pues, como usted sabe, tiene en España un profundo arraigo popular y una larga tradición".

Aunque más gorda que la de este estandarizado formulario de respuesta con el que contestan a 'pros' y 'antis', fue la de el propio ZP hace un tiempo. ¿Recuerdan?. "No soy un gran aficionado, pero respeto a la gente que le gustan los toros, también a la gente que no le gustan y también a los que dicen que hay que acabar con ellas", decía el presidente dentro de un discurso cada vez más reconocible.

El diezmo taurino de TVE, traducido en el mejorado Tendido Cero y en el regreso de Clarín los domingos, seguirá siendo también en 2010... y gracias. Que aquí ya no es bueno el que ayuda sino el que no jode.