PONTEVEDRA/LISBOA/MOURAO (NATURALES).- Se llama Francisco Matias y tiene apenas 25 años. Puede que en próximas horas/dias no sea ya de este mundo. Era forcado. Del grupo de Portalegre. Entrenaban este fin de semana los muchachos del GFA de Portalegre en una placita de la zona del Alentejo norte cuando sobrevino lo peor.
Matias esperó a una vaca para recibirla en una pega a la antigua, una especie de porta-gayola. A la boca de la salida del toril estaba el forcado para citar a la vaca de la ganadería de Romao Tenorio. Sin tiempo apenas para nada más que el encuentro, animal y forcado hicieron presa común, pero la vaca llevó en volandas el cuerpo del forcado hasta empotrarlo contra la barrera de la placita de tientas. El impacto fue demoledor en la cabeza del forcado. Francisco Matías resultó con gravísimas lesiones y tuvo que ser trasladado al Hospital de San José, en Lisboa, a bordo de un helicóptero del Instituto de Emergencia Médica. Su estado es delicadísimo y cuenta con pocas probabilidades de salir adelante, su cerebro está muy dañado. La respiración mecánica es lo que le ata a la vida esta noche, cuando escribimos estas líneas.
Desde NATURALES pedimos a Dios toda la ayuda posible para este joven que en tan delicado estado se encuentra. Una vez más, los forcados son los grandes castigados de la Fiesta a la portuguesa. Los que más riesgos corren y los que más de una vez se han dejado la vida o han salido con lesiones muy graves. Ojalá que Francisco Matías no incremente la lista de desgracias irreversibles. ¡Que Dios le ayude!.
Matias esperó a una vaca para recibirla en una pega a la antigua, una especie de porta-gayola. A la boca de la salida del toril estaba el forcado para citar a la vaca de la ganadería de Romao Tenorio. Sin tiempo apenas para nada más que el encuentro, animal y forcado hicieron presa común, pero la vaca llevó en volandas el cuerpo del forcado hasta empotrarlo contra la barrera de la placita de tientas. El impacto fue demoledor en la cabeza del forcado. Francisco Matías resultó con gravísimas lesiones y tuvo que ser trasladado al Hospital de San José, en Lisboa, a bordo de un helicóptero del Instituto de Emergencia Médica. Su estado es delicadísimo y cuenta con pocas probabilidades de salir adelante, su cerebro está muy dañado. La respiración mecánica es lo que le ata a la vida esta noche, cuando escribimos estas líneas.
Desde NATURALES pedimos a Dios toda la ayuda posible para este joven que en tan delicado estado se encuentra. Una vez más, los forcados son los grandes castigados de la Fiesta a la portuguesa. Los que más riesgos corren y los que más de una vez se han dejado la vida o han salido con lesiones muy graves. Ojalá que Francisco Matías no incremente la lista de desgracias irreversibles. ¡Que Dios le ayude!.