La carta del Director, la carta al Director : El bochornoso papel del apoderado de Paulo D´Azambuja

Me escribe un amable lector de Setúbal, asíduo de NATURALES, por lo que me especifica en su amable e-mail. Y centra su escrito en el caso Paulo D´Azambuja. Viene a decirme que celebra mucho "la valentía de NATURALES enfocando el caso, algo determinante -no les quepan dudas- para que a ese pobre muchacho le hayan reconocido que lo suyo era una injusticia. Si ustedes callan este caso, probablemente el resto de los medios que se hicieron eco del mismo...habrían callado también".

Así me lo dice en su amable escrito este veterano lector de nuestra publicación. Pero Samuel Silva no escatima también, espacio para la reprimenda : "parece mentira que ustedes, los de NATURALES, que han señalado casi todo y a casi todos los culpables de esta situación tan escandalosa, no hayan dedicado ni una línea al apoderado de este muchacho...".

Samuel aclara : "este Paulo, por lo que yo se, está apoderado por uno de los personajes importantes en el mundo de la Tauromaquia lusitana y...¡qué raro!, ¿verdad?, que el pez gordo en cuestión no aparece en escena, protestando, diciendo lo que hay que decir, haciendo lo que hay que hacer...para nada. Calladito y escondido. Ya es raro que este personaje, durante todo el año, todo lo más que haya conseguido para su pupilo -si no me equivoco-, hayan sido dos actuaciones de medio pelo...". Y Samuel Silva concluye : "¿tienen ustedes, los de NATURALES, algun interés creado con este apoderado, santón de la Fiesta en Portugal, para haber ocultado el que se adivina como muy triste papel en este caso...?. ¿Por qué no han denunciado los silencios de este personaje...?. ¿A qué espera el apoderado en cuestión para dimitir y dejar de apoderar a Paulo d´Azambuja?, ¿es que no se le cae la cara de vergüenza después del escándalo al que hemos asistido...?".

Les he trasladado, amables lectores de NATURALES, el impactante escrito del amigo de NATURALES residente en Azeitao, península de Setúbal. Y solo podemos decirle, con sinceridad -y esperamos nos crea- que, efectivamente, no hemos comentado el papel -lamentable sin duda- del apoderado de Paulo D´Azambuja en toda esta historia, por un lapsus, por el que pedimos disculpas y que lamentamos muy sinceramente. Pero no le quepa la menor duda a Samuel Silva que sus argumentos los compartimos y que, ahora que nos quita la venda de los ojos, es muy justo reconocer que, también, el papel del apoderado en cuestión es tan triste que -en efecto- como el lector sugiere, si tiene lo que hay que tener, debería de dimitir inmediatamente del cargo que ocupa, debería dejar de apoderar a Paulo D ´Azambuja después de la infame temporada que ha proporcionado a su cavaleiro, por muy amador que este sea...

EUGENIO EIROA